Laguna Verde. Camping Islote Las Gaviotas.

LAGUNA VERDE - CAMPING ISLOTE LAS GAVIOTAS

Hacía mucho tiempo que no viajabamos hacia un nuevo destino, así que nos decidimos por un camping cerca de Santiago que hacía mucho tiempo que quería conocer.
El destino era Laguna verde, alrededor de 130 KM. Hacia la costa desde Santiago.
Para llegar se debe toma la ruta 68, luego salir por camino La Pólvora con dirección hacia Valparaíso hasta salida a Laguna Verde. Ir atento porque la señalética no es buena y uno se encuentra de repente con la salida hacia el camino lateral que lleva a la Laguna.

Existe camino pavimentado hasta la misma caleta y playa Laguna Verde, teniendo precaución justo antes de llegar pues existe una cuesta con bajada muy pronuciada, así que bajar enganchado, sobre todo si van con camper, casa rodante, etc.
Acá un video

Una vez que llegan a Laguna Verde, deben continuar hacia el norte por el mismo camino pavimentado hasta el final de este, siguen en la misma dirección por el camino de tierra en dirección hacia "El faro".

Ya tenía las indicaciones del dueño del camping en relación a que había que seguir este camino siempre derecho, nunca desviarse por ninguna ruta lateral hacia la izquierda o derecha hasta llegar al final del camino, y en realidad era cierto.

Por la fecha en que fuimos, nos tocó  un camino muy malo, pues era invierno y recién hace dos dias habia terminado de llover. El camino tenía mucho barro y grietas, por lo que nos fuimos como a 20 km/hora y con doble tracción todo el trayecto. Mi camioneta fiel ayudo nuevamente.
Sin embargo, estando el camino seco no deberían tener problema con ningún vehículo, asociado a que en septiembre siempre lo arreglan (según lugareños....habrá que creerles).
Otro consejo es ojalá hacerlo de día, pues es muy sinuoso con cuestas, ajadas y caminos laterales.      

Llegando al camping, avisar al dueño que van con auto grande (casa rodante, camper, motorhome, etc.) pues le habren una entrada especial que queda como a 500 mts. Antes de la entrada principal.  Yo cometí el error por ignorancia de entrar por el acceso habitual, el cual era muy estrecho pues va entre bosques de pino, hasta el punto que ya no cabía con la casa rodante.
Fue algo difícil salir,  pues ya era de noche, camino con barro y retrocediendo con la casa,  fue toda una "experiencia". Pero con la ayuda de la familia e indicaciones de aquí para allá, vueltas y vueltas, logramos salir.
Al día siguiente al amanecer, nos dimos cuenta que todo el esfuerzo había valido la pena, pues el paisaje era espectacular. Era agosto y ya estaban los primeros signos primaverales, por lo que el pasto y la flora con sus primeros brotes se veía muy verde, con variedas de coloresy aromas especiales, asociado al canto de los pájaros.

De día nos movimos y nos ubicamos en un sitio que queda en lo alto con una vista preciosa hacia el mar, así que después de un desayuno nos fuimos a recorrer.

El paisaje y senderos alrededor eran muy bonitos, con múchos arbustos y cactus brotando y floreciendo ubicados entre quebradas, con un contraste  entre el mar y los bosques de pino.

También se podía visualizar desde ahí la característica típica de nuestro país, que desde la costa del Océano Pacífico se podía ver la cordillera de los Andes.

En cuanto a las características del camping este no tiene muchas comodidades, con baños y duchas de calidad regular, sitios sin agua y sin luz, suministro que solo se encuentra en los baños. Los sitios son muy amplios y buena separación entre ellos.

Nosotros no teníamos problema pues usabamos el baño de la casa rodante y para el agua llevabamos un bidón de 200 lts. y que no fue problema llenarlo en el camping para recargar el estanque de la RV.
En relación a la luz eléctrica, con la batería de la casa no tuvimos problema y llevabamos un panel solar para la recarga, pero para otros campistas es un factor a considerar.

El entorno natural antes descrito justifica el esfuerzo y esta falta de comodidades le da cierto ambiente especial de contacto con la naturaleza, sobre todo cuando estamos acompañados por la típica fogatita nocturna.

No se cual será la causa, pero en la mayoría de nuestros paseos nos llega alguna mascota prestada.
En esta oportunidad nos visitó Rex, un ovejero alemán de un campo vecino al camping y que nos acompañó todos los días. Como las noches también estaban frías, golpeó la puerta de la casa para pedir entrar, así que durmió con nosotros.

Un paseo muy bonito y que no puede faltar desde el camping es la ruta al faro. Se va caminando a través de senderos que van entre bosques y con vistas espectaculares desde la costa.

También tiene interés histórico pues es un faro que es monumento nacional construido en 1930, a pesar de eso da un poco de pena por los rayados y que no se ha cuidado.

Nos despedimos hasta acá con este paseo, luego compartiremos un nuevo destino.